La Cilla de diezmos  y primicias de Teguise

Juan de Bethencourt instituyó unas rentas a favor del Clero para atender su mantenimiento en Lanzarote.

En el primer momento se determinó que se contribuyera solamente con la trigésima parte de los beneficios de sus cosechas  hasta que hubiera un obispo. A pesar de ello, Diego de Herrera no consideró obligación suya tal imposición y eso le costó un recurso del obispo Juan de Frías ante el Papa Sixto IV.

A consecuencia  de la importancia del cultivo  de los cereales en la isla, se  contó con un administrador   desde la implantación del derecho de rentas.

Su residencia estaba fijada en Teguise porque como primera parroquia de Lanzarote con categoría de “beneficio” aglutinaba en torno suyo las rentas de todas las localidades agrícolas.

La construcción de la casa de “La Cilla” de Teguise, ubicada en la Plaza de  San Miguel, conocida popularmente por la Plaza de los leones; data de la primera mitad del siglo XVII; la mayor documentación  sobre ella pertenece al período de 1806 a 1820, fecha en que fue mandada construir por  D. Francisco Cabrera y Ayala, hermano del beneficiado de Teguise, D. Antonio Cabrera y Ayala.

Es una construcción de planta rectangular, con gruesas paredes de piedra y barro cubiertas con doble techo de dos aguas.

Se mantuvo en buen estado de conservación hasta nuestros días. La Caja Insular de Ahorros de Canarias subvencionó su restauración  e instaló en ella su sucursal en Teguise.

Las obras de restauración se centraron en la reposición de determinados elementos (tejas, artesonado…) y la limpieza de la piedra y madera.

Fuente: Archivo Histórico de la Villa de Teguise