Convento de San Francisco

            Convento franciscano que fue conocido por el nombre de “La Madre de Miraflores” y que está ubicado en la Villa de Teguise;  fue el noveno convento de esta orden en España y en él yacían los restos de los más ilustres personajes de la nobleza de Lanzarote. En la actualidad sólo nos queda su iglesia.

              El 21 de octubre de 1534, Sancho de Herrera dispuso en su testamento una cláusula a favor de la construcción de este convento, escogiendo la Huerta de Famara, finca de su propiedad,  para su ubicación.

              D. Agustín de Herrera, sucesor de Sancho, quiso cumplir este proyecto y lo delegó  en su yerno D. Gonzalo Argote de Molina. En 1588 se inician las obras de construcción del nuevo monasterio en el valle de Miraflores, a unos  150 metros de la iglesia matriz de Teguise, ya que se comprobó que Famara era una zona muy vulnerable a los ataques piráticos.

              En 1618, las huestes de Xabac y Soliman saquearon brutalmente Teguise, quemando el edificio y robando sus joyas.

              La talla de la Virgen  fue sacada del convento y llevada a Argel. Unos fieles cristianos la rescataron y la llevaron a Madrid donde recibió culto con el nombre de Virgen del Rescate; se desconoce su actual paradero. Dos años más tarde del incendio del convento y gracias a las limosnas de los vecinos, se acometieron las obras de reconstrucción.

              En 1705 se levantó la torre de la iglesia con la contribución del pueblo. (En el  actual edificio se puede distinguir una de las piedras labradas que conformaban dicha torre, justo debajo de la espadaña). En 1773, la Real Cofradía establecida en el convento, adquirió una bella imagen de Ntra. Sra. del Carmen, costando 300 reales y que fue trasladada a la iglesia matriz donde desapareció en el incendio de 1909.

                                                                                                                     En el periodo 1820-1823,  hubo una reducción de conventos en Canarias, afectando al de Teguise. Tras largas negociaciones, fue entregado al poder civil en 1835 aunque se continuaron realizando actos religiosos.

              Hasta marzo de 1973 el convento pervive sin cambios notorios en sus estructuras básicas. En esta fecha el Ministerio de la Vivienda redactó el proyecto de restauración del convento de San Francisco. A pesar de que en su memoria se recogía que los altares, retablos y púlpito serían protegidos durante las obras, se destruyen los tres altares de madera centrales y uno lateral de la nave principal. Así mismo, se producen desperfectos en la tumba del marqués; su lápida es arrancada y arrojada a los escombros.

              La restauración se inició en 1975 y se terminó en 1977.

              Cuenta con dos naves: la mayor y principal de 35 por 8 metros  y a  la derecha una más pequeña y formada por una serie de arcos torales. Los techos son de madera cubierta por tejas y sus decoraciones interiores son de tipo mudéjar.

              Actualmente cuenta con tres retablos. La nave central tiene en su cabecera un gran retablo barroco de tres cuerpos. La nave de la derecha,  uno más pequeño de estilo barroco “ indianizado “ y la pequeña capilla de la izquierda,  uno de piedra clara y mampostería, siendo el único de esta factura en la isla, aunque guarda bastante paralelismo con el de la iglesia del Socorro en Tiagua.

                Destacan por su tallado: el púlpito de madera y la pila de piedra  de una sola pieza (hoy partida en trozos y  restaurada).

     NOTA: Entre los 90 del siglo XX y principios de este siglo, ha sido  utilizado puntualmente para diferentes actos culturales, manteniéndose el edificio cerrado los últimos años a la espera de una próxima apertura.

Fuentes:

Archivo Histórico de Teguise,Mª Dolores Rdguez. Armas, Francisco Hdez. Delgado